domingo, 12 de octubre de 2008

Esquizo


Y mientras escribía banalidades imagino historias de seres humanos comunes y corrientes, una la titulo 'Esquizo'.

Todo se venía abajo. Desde mi ventana estoy viendo a la gente. Entrando. Saliendo. Llorando. Riendo. Deambulaba por los pasillos grises contemplando amplios ventanales cristalinos al fondo (tienen rejas, odio eso). Alguién me saludó ayer. Creo que fue mi hermano (no sé, puede haber sido mi hijo también). Mañana me colocarán una inyección. Son horribles, creo que un día de estos agarraré una de esas jeringas de las mesitas con ruedas que lleva la enfermera y le enterraré una (para que sepa lo que duele la muy hija de puta).

Tengo sed. Estoy atado con unas correas a la cama, mis cuatro extremidades (tengo sed).

Estoy soñando. Veo luz blanca. Cielos, lo que veo es hermoso, es como uno de esos caleidoscopios de luces que giran y rotan en mil direcciones (no para, me marea)

Me duele la cabeza. Creo que desperté. Veo una luz blanca, es de mi pieza, odio las luces halógenas, las veo fijamente y me duermo pensando en cómo estará el día allá afuera.

Ayer vino mi hijo, me dijo algo, me deseó suerte y me dio un beso en la frente.

Tenía lágrimas en los ojos. Me entró una mugre. Cielos, tengo frío. No sé como llegué a la calle, está lloviendo y tengo frío, tengo las manos con algo rojo, no sabría describirlo, no lo veo bien (nota mental: necesito anteojos).

Ahora estoy enfrente de la calle, alguien me dijo que entrara, que vendara, que quemara, que escondiera, que lo hiciera rápido...

Me duele la cabeza, mañana vendrá mi padre. Recuerdo cuando íbamos a acampar al bosque del vecino, era frondoso y agradable, y yo hacía agujeros en la tierra de aquel bosque, ocultaba cosas, cuerpos, mierdillas, lo que llegara a mis manos.

Me van a colgar. ¡NO! ¡no he hecho nada! 

-Mierda. 

Despertó en su cama del hospital psiquiátrico y sintió un nuevo pinchazo. Así era el día a día para Álvaro.

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*Continuará...